Advertisement

La educación emocional tiene que involucrar a la comunidad estudiantil, pero también a todas las estructuras institucionales.

La educación emocional tiene que involucrar a la comunidad estudiantil, pero también a todas las estructuras institucionales.

Es indispensable asignar, dentro de los planteles, psicólogos especializados en la materia, para poder atender las diferentes problemáticas

Psic. Jahir Tepoxtecatl Mendoza

En los últimos años, hemos observado distintos encabezados periodísticos, donde la esencia principal es la intolerancia, la frustración, la falta de empatía, y la carencia del uso asertivo de nuestras emociones. Claramente, este tipo de contenido ha surgido en diferentes contextos de la sociedad, sin ser la excepción, el ámbito educativo.

Dentro del mismo, día a día se llevan a cabo conductas con componentes como los antes mencionados, no obstante, casi siempre se habla que las únicas personas que son partícipes de este tipo de actos, son los alumnos (as), pero la realidad, es que de forma preocupante y lamentable, en muchas de las ocasiones el personal de las instituciones educativas; también contribuyen o son protagonistas de este tipo situaciones.

Por lo cual, como se ha difundido en los últimos años, es esencial implementar dentro de los sectores educativos, programas enfocados a la educación emocional, pero no solo dirigido a la comunidad estudiantil, sino a todo el personal que forma parte de la estructura educativa.

Adicionalmente, es indispensable asignar dentro de los planteles, psicólogos especializados en la materia, para poder atender las diferentes problemáticas y demandas que haya dentro de los centros educativos.

Adicionalmente, considero que es de suma importancia aplicar a la plantilla educativa diferentes entrevistas y pruebas con validación psicométrica, a fin de tener parámetros sobre la “salud mental” de quienes están a cargo de la formación de los y las alumnas.

Pues no debemos de perder de vista, que tanto las situaciones en casa como las de la escuela, son variables definitivas en el equilibrio psicológico.

De continuar en el mismo camino, que hemos traído desde hace décadas, no nos debería de sorprender que en los próximos días, y en los próximos años, haya cada vez más, conductas con componentes violentos caracterizados por factores de impulsividad, pero además, seguramente también tendremos una sociedad con diversas patologías en “silencio”.

Pues desde luego la “salud emocional y mental” estará demasiado deteriorada, pero claro está que, al no tener una cultura de aceptación hacia los tratamientos psiquiátricos y psicológicos, habrá mucho malestar entre las poblaciones; pues definitivamente no existirán estrategias de prevención, ni mucho menos de rehabilitación psicológica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *