Advertisement

La lucha contra el SIDA también es una lucha contra la discriminación

Las decoraciones navideñas pueden favorecer la convivencia y nuestro estado de ánimo

Psic. Jahir Tepoxtecatl Mendoza

El pasado 1 de diciembre se conmemoró el “día internacional de la lucha contra el SIDA”, acontecimiento que tiene como principal objetivo, el fortalecer las acciones empleadas en salud pública para la prevención y atención de esta enfermedad. 

Sin duda, el tema al paso de las décadas ha estado plagado de diferentes prejuicios y desinformación, por lo que, una variable que siempre esta presente es la discriminación, término que según la Real Academia Española (RAE) hace alusión a “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.”

Lo cual, se ve traducido en el día a día, en restringir el acceso en determinados lugares a personas que tengan este padecimiento, en negarles la atención médica, en llevar a cabo acciones con dolo que pongan en peligro su integridad física, o empleando diferentes comportamientos que vulneren su estabilidad emocional, entre otros. 

En relación con último aspecto mencionado, claramente contempla diversos elementos, dentro de los cuales se encuentra la autoestima, la cual puede verse afectada considerablemente en caso de sufrir actos discriminatorios, de igual forma, se pueden desencadenar estados de “inseguridad” con respecto a la imagen personal, misma que puede llegar incluso hasta condiciones de depresión y ansiedad, adicionalmente, como seres humanos tenemos la necesidad de “pertenencia”, y al no sentirnos participes de una sociedad; pudiera conducirnos a llevar a cabo conductas antisociales.  

Desde luego, lo antes mencionado repercute directamente en la calidad de vida de la persona que sufre discriminación, pues este fenómeno en muchas de las ocasiones, limita la accesibilidad a tratamientos médicos, pero también, a la obtención de recursos económicos y materiales necesarios para “vivir”. 

La discriminación ha sido condenada con mayor severidad en los últimos años, sin embargo, de forma lamentable, es un fenómeno aún muy presente en las sociedades. Posiblemente es indispensable reformular las sanciones establecidas para aquellas personas que incurran en un acto que tenga tintes de esta esencia, pues la discriminación también puede “matar” de forma silenciosa. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *