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La violencia nacional va más allá de la óptica política, económica, jurídica, y geográfica.

La violencia nacional va más allá de la óptica política, económica, jurídica, y geográfica.

Psic. Jahir Tepoxtecatl Mendoza

El territorio nacional se ha vuelto escenario de múltiples actos violentos, con escenas demasiado cruentas, que dejan entre ver que, en definitiva, México es uno de los países con mayores índices de violencia a nivel mundial. Claramente, hay regiones donde hay un “descontrol” absoluto, en comparación con otras partes del país, sin embargo, lo que es un hecho es que, de modo general, hay una percepción de inseguridad y temor por parte de toda la población mexicana.

Este tipo de situaciones, regularmente, son abordadas desde una óptica política, jurídica, geográfica y económica, sin embargo, en muy pocas ocasiones es tratada desde un punto psicológico. Pues más allá de que ha existido omisión parte de las instituciones y organizaciones para la investigación científica en este rubro, no se ha asociado la relación inherente que hay entre estos fenómenos y la psicopatología.

Pues hoy en día pasamos normalizando este tipo de acontecimientos, un ejemplo de ello, es que la mayoría nos hemos “acostumbrado” a realizar una rutina previa al salir de casa, tratando de prevenir que, en caso de ser víctima de un asalto, tengamos las menores pérdidas económicas o materiales posibles, asimismo, nos hemos habituado a ver/escuchar constantemente noticias en las redes sociales, en la televisión y en la radio, desapariciones, ejecuciones, asesinatos, secuestros, etc.

Lo cual me lleva a formular las siguientes preguntas ¿Te imaginas cuantas cosas cambiarias de tu rutina si no existieran toda esta ola de violencia que vivimos? ¿Qué actividades podrías llevar a cabo, que en estos momentos no las haces por inseguridad? ¿Cuánto y en que crees que te ayudaría para tu equilibrio emocional? Desde luego, en las respuestas habría pluralidad, sin embargo, estimo que la mayoría tendrían esencias similares.

Hoy en día no es para menos sentir que nuestra “salud mental” está demasiado deteriorada, por el contrario, estoy convencido de que existen múltiples factores que juegan en contra, para que esta (salud mental) esté vulnerable, aunado a la serie de prejuicios y estereotipos que giran en torno a la misma.

Sin duda, es indispensable integrar la psicología dentro de las diferentes problemáticas sociales que aquejan en el presente a nuestro país, del mismo modo, debemos como sociedad, exigir a los y las representantes políticos atender de manera urgente este tipo de sucesos, pues de hacer caso omiso a estas dos variables, en los próximos años tendremos que hacerle frente a un sinfín de psicopatologías.

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